Colombia se encuentra en un momento crucial en su esfuerzo por reactivar el transporte ferroviario, una infraestructura clave para la competitividad y el desarrollo logístico del país. A pesar de los anuncios y planes ambiciosos, la ejecución de estos proyectos enfrenta numerosos desafíos, lo que genera incertidumbre sobre su viabilidad a corto y mediano plazo.
Si bien hay avances, el ritmo de desarrollo es alarmantemente lento, y la falta de resultados concretos genera frustración en diversos sectores que esperan una modernización real. La promesa de un transporte ferroviario eficiente en Colombia sigue pareciendo una utopía más que una realidad tangible.
Avances en la reactivación ferroviaria
A lo largo del año 2025, se han presentado avances en distintos corredores férreos, incluyendo:
- Tren del Caribe: Planeado para conectar Cartagena, Barranquilla y Santa Marta, con estudios de prefactibilidad ya realizados. Se estima que podría transportar hasta 13 millones de toneladas de carga anuales, pero su ejecución depende de la finalización de los estudios de factibilidad y de la obtención de financiamiento.
- Red Férrea del Pacífico: El gobierno ha destinado más de $68,000 millones para mantenimiento y adecuación de 498 km de vías y 13 estaciones. Además, el estudio de prefactibilidad para conectar Buenaventura con el corredor central ya tiene un avance del 96%.
- Tren Interoceánico en el Darién: Se han iniciado estudios para analizar la viabilidad de una conexión ferroviaria entre el Pacífico y el Caribe, con una línea de 240 km.
Si bien estos avances son alentadores, todavía queda un largo camino por recorrer antes de que estos proyectos se conviertan en una realidad operativa. Y esto nos lleva a preguntarnos: ¿se está avanzando lo suficientemente rápido o estamos, una vez más, ante promesas que no se materializarán?
Obstáculos y retos pendientes
A pesar de los esfuerzos, los proyectos ferroviarios en Colombia siguen enfrentando barreras estructurales y administrativas:
- Falta de estudios de factibilidad: Aunque varios proyectos han superado la etapa de prefactibilidad, sin estudios de factibilidad no pueden avanzar a su ejecución. Esto retrasa la toma de decisiones y la atracción de inversionistas. La pregunta aquí es: ¿Por qué estos estudios no se han priorizado si el transporte ferroviario es una necesidad urgente?
- Burocracia y procesos regulatorios: La aprobación de proyectos de infraestructura en el país suele estar atada a largos procesos legales y normativos, lo que genera demoras significativas.
- Falta de financiamiento asegurado: Muchos de estos proyectos dependen de capital privado o de asociaciones público-privadas (APP). Sin garantías claras de financiamiento, su viabilidad sigue en duda. Si realmente se quiere modernizar el transporte, ¿no debería el Estado comprometerse con modelos de inversión más claros y viables?
- Impacto económico y logístico: La crisis económica global y la inflación han encarecido los costos de construcción, lo que podría retrasar aún más la reactivación ferroviaria. Sin embargo, otros países con economías similares han logrado implementar proyectos ferroviarios exitosos. ¿Qué nos falta en Colombia?
Una posición clara: el país necesita mayor celeridad en la reactivación ferroviaria
Desde WELLFLEX, seguimos de cerca estos desarrollos porque sabemos que una infraestructura ferroviaria moderna y eficiente transformaría el sector logístico en Colombia. Reducir los costos de transporte de carga, mejorar la intermodalidad y optimizar la competitividad del país son beneficios innegables que este tipo de proyectos traerían.
No tomamos una posición política sobre los retrasos, pero sí creemos firmemente en la necesidad de acelerar estos procesos. Cada día que pasa sin avances concretos, Colombia pierde oportunidades en eficiencia logística y comercio exterior. Con países vecinos avanzando en su infraestructura ferroviaria, es crucial que el nuestro no se quede atrás.
Conclusión
El panorama actual de la reactivación ferroviaria en Colombia muestra avances, pero también un rezago preocupante en la ejecución. Los proyectos existen, la intención está clara, pero la falta de estudios, financiamiento y celeridad en la gestión siguen siendo un obstáculo para su materialización.
Como actores del sector logístico, esperamos ver prontos avances en estos proyectos. Un sistema ferroviario eficiente no solo beneficiaría a empresas como WELLFLEX, sino que transformaría la economía del país, generando desarrollo sostenible y nuevas oportunidades de crecimiento. Pero el tiempo sigue corriendo, y la pregunta sigue en el aire: ¿Cuándo veremos resultados reales?